5. Producción y Distribución de la Escritura: Elabora y fortalece la escritura según sea necesario: planifica, corrige, edita, reescribe o prueba un nuevo enfoque.

En el pasado, antes de que todo el mundo estuviera enganchado a la modernidad de la red, escribir era un proceso largo. Primero se te ocurrían las ideas; luego empezabas a planificar; después escribías un primer borrador; entonces repasabas el primer borrador con un bolígrafo rojo y editabas un poco, etcétera. Hoy en día, escribes lo que quieres decir y se publica (al menos de manera electrónica) en cuestión de minutos. Aunque esto es aceptable para actualizar tu perfil o escribir un tweet, sencillamente no basta para tus profesores de universidad o tus jefes (o tus profesores de preparatoria, para el caso). Debes asegurarte de haber redactado el mejor texto posible con el resultado más eficaz. ¿Cómo? Utilizando el proceso de escritura.

Comienza por planificar tu escritura. Es difícil saber a dónde vas si no empiezas con un plan. Aquí es donde haces un intercambio de ideas, preparas gráficos de ideas, creas un borrador y, si no, un mapa para tu propio uso que muestre qué forma adoptará tu texto.

Después escribes tu primer borrador, que es lo que la mayoría escribe a la 1:00 AM la noche anterior a la fecha de entrega. La mayoría de los estudiantes entregan su primer borrador, lo que significa que nunca vuelven a repasar lo que escribieron por primera vez para asegurarse de que sea su mejor trabajo. Solo entregan lo que tienen y se quedan con la esperanza de que les vaya bien. Esto puede sonarte a un eco de tu madre, pero si empiezas antes tendrás la oportunidad de escribir y luego corregir tu mejor texto para que no te veas en apuros la noche antes de terminar tu único borrador.

Editar, corregir y reescribir son tres caras de la misma moneda (con lo que asumimos que existe una moneda de tres caras en algún lugar). Pero una vez que hayas escrito el primer borrador, es hora de mejorarlo siguiendo tres procesos. Es probable que la edición sea la parte más fácil. Ahí es donde puedes encontrar cualquier error gramatical o de ortografía y solucionarlo. Editar es algo que debes hacer varias veces conforme vas revisando lo que has escrito y cambiado con cada versión.

Corregir y reescribir pueden parecer lo mismo, pero son dos cosas distintas. Corregir es repasar el texto y decidir si tiene lógica, si responde con precisión a lo que se pidió y si dice exactamente lo que quieres que diga. Corregir es averiguar cuál es tu mensaje y decidir si lo has dicho con eficacia. Reescribir, por otra parte, es cambiar tus palabras, oraciones y párrafos para asegurarte de estar diciendo lo que quieres decir.

A veces, descubrirás que, en realidad, no estás dejando las cosas más claras a pesar de todos tus esfuerzos por planificar, editar, revisar y reescribir. Ahí es cuando recurrimos a la artillería pesada, en términos de escritura. Es decir, es hora de encontrar un enfoque diferente comenzando desde el principio. En vez de repasar tu borrador una y otra vez hasta dejarlo sangrando con tu bolígrafo rojo, reconoce que es necesario comenzar de nuevo. Escribiste un borrador, ¿qué es lo que no expresa del todo bien? ¿Cómo puedes lograr que diga lo que necesitas que diga? Es posible que tengas que tomar medidas drásticas y deshacerte del primer borrador para comenzar de cero con una nueva versión. Abordar las cosas desde otra perspectiva puede resultar un poco abrumador una vez que ya has trabajado en un borrador. Pero ciertamente hará que tu redacción llegue a un punto en el que diga lo que quieres decir y signifique lo que estás diciendo.